Doce años han transcurrido desde que Miss Caffeina comenzó a labrar su carrera gracias a MySpace y las descargas digitales gratuitas. La industria musical ha ido evolucionando y sus componentes han sabido ir adaptándose con el paso de los años, entre las nuevas plataformas y las distintas formas que tenemos para adquirir y escuchar música. Justo un año después del cierre de su última gira de conciertos, la banda ha anunciado que lanzará su cuarto trabajo discográfico el próximo año y ha aprovechado para lanzar el primer single del álbum Merlí. Una serie de canciones que vendrán recogidas bajo el título: ‘Oh Long Johnson’. Los cibernautas más perspicaces habrán captado que el origen del nombre viene de un video viral, sobre un gato que parece que habla y dice: “Oh Long Johnson”. “Muchas de las canciones del disco hablan sobre cómo las cosas absurdas nos unen. Vivimos en un época en la que estamos demasiado inmersos en un mundo virtual sin estar realmente atentos a la cosas que suceden a nuestro alrededor”, expresaba Alberto Jiménez, vocalista de la banda para el programa de Radio 3, 180 grados. Bajo la producción musical está Max Dingel, confirmando su buena relación con el grupo siendo esta su tercera colaboración consecutiva para la grabación de un disco. Una fusión en la que prima la versatilidad, aunque en un primer momento pueda resultar familiar en comparación con su anterior trabajo (Detroit), el equipo sigue defendiendo sus ganas por huir de su zona de confort en cada nuevo proyecto. Su nuevo single está inspirado en la serie de televisión Merlí y retrata como todos necesitamos a alguien que nos recuerde que simplemente la vida se trata de vivirla. Este adelanto invita a la meditación y abrir diferentes puntos de vista. A continuación os reflejo con este análisis mi visión personal sobre lo que ha logrado inspirarme Merlí.
Jesús Hernández del colectivo NYSU es el director de este nuevo videoclip bajo la producción de Garage Films. NYSU es un grupo madrileño que trabaja creando material audiovisual, abordando contenidos publicitarios, videos multiplataforma, la creación de videos musicales… Realizando videos para grupos como Bastille, Love Of Lesbian o New Order. A la hora de crear el proyecto la intención de la banda, es que pudiera reflejar la esencia de los noventa y a su vez plasmara como es la comunicación actual. Hernández expone que pensó en la función del videoclip dentro de las redes sociales con contenidos cada vez más breves y precisos. Como reflejan sus propias palabras: “Más que en una pieza cerrada imaginé en una galería de “stories” donde las “historias” ni empiezan ni concluyen sino que, simplemente, existen durante 10 o 15 segundos”. Un concepto que finalmente ha quedado plasmado en una narrativa no lineal compuesta por pequeños fragmentos, píldoras con mensajes independientes encuadrada en un formato visual de 4:3 (un recurso empleado anteriormente en el videoclip de la banda Ácido). Si tuviera que relacionar este videoclip con el mundo artístico lo encajaría cerca del surrealismo, ya que tiende a mostrar imágenes incoherentes alejadas de lo real, que vistas desde otra perspectiva adquieren lógica y dejan entrever que están cargadas de significado. Dejando patente su clara crítica social como: ese móvil bajo el pantalón que posaba sobre la zona más íntima del ser humano, la chica que muestra sin ruborizarse el vello de sus axilas o esas personas con ojos en lugar de cabeza que reflejan nuestra forma de exponernos al mundo virtual.
En lo referente al arte evoca a dos reconocidas imágenes visuales. Encontramos el sagrado corazón de Jesús, en el corazón palpitante (minuto 1.40 del videoclip) que podría relacionarse con una frase en la que expresaba: He aquí el corazón que tanto ha amado a los hombres, y del que no solo recibe de la mayoría de ellos ingratitud. Relacionado con esta plasmación el amor vinculado con el fuego, la pasión… Además, el desenlace del videoclip y el beso intermitente que aparece en el video podrían relacionarse con Los amantes de René Magritte. Aunque él pudo haberlo pintado como una metáfora del deseo, del amor imposible o del amor prohibido, en el beso de este video sería la contraposición absoluta de esta imagen, la liberación del deseo y del desenfreno, y en los fantasmas la necesidad del contacto aun sabiendo que no pueden llegar a tocarse. Sorprende visualmente la compleja labor de NYSU, teniendo en cuenta que cuando se anunció la salida de este nuevo proyecto musical se abordó con demasiado secretismo. Sus publicaciones minimalistas crearon un efecto más de desconcierto que de altas expectativas, más si tenemos en cuenta el corto proceso de descanso que ha habido entre su tercer y cuarto proyecto musical, por lo que personalmente me preocupaba que se estuvieran explotando demasiado. Sin embargo, el trabajo audiovisual del grupo ha roto con todos mis prejuicios entregando un trabajo rompedor en el que se debe elogiar el trabajo de su equipo técnico. La esencia de los 90s también tiene reminiscencia en su apartado melódico. Una década en la revolución tecnológica que propició la experimentación de la música electrónica, un estilo que fueron adquiriendo grupos de indie, rock, punk promoviendo su rápida difusión. Por ejemplo, uno de los grupos que formaron parte de esta vertiente es Nine Inch Nails. Su tema Closer guarda una gran similitud con Merlí teniendo en cuenta los instrumentos musicales empleados. Miss Caffeina ya había experimentado con la música electrónica incluyéndola como parte de uno sus elementos de identidad sonora (como en los casos de Mos Q o Ácido). A nivel musical, la canción se estructura en tres estrofas, un estribillo repetido tres veces y dos puentes musicales. Las estrofas de la canción dan comienzo con una caja de música, instrumento rítmico electrónico muy peculiar de la música electrónica, junto con los acompañamientos en la segunda mitad de las estrofas de órgano electrónico, con escalas descendientes en los finales de frases y la guitarra eléctrica distorsionada. Su primer puente musical, continua con una base rítmica e inserta notas tenidas por el órgano electrónico. Lo peculiar de este es la inclusión de la lengua catalana, rasgo muy característico y justificado ya que hace referencia a la serie Merlí que fue rodada íntegramente en catalán, diciendo: “i què fem? viure, nen!”. Estas palabras dan paso al estribillo el cual juega con los mismos elementos musicales de la estrofa pero con una acentuación rítmica, dando un carácter totalmente diferente a la estrofa. Por último, el segundo puente musical: “si tiene algún sentido puede que sea. Entender la diferencia, entre pasar y dejar huella”. A diferencia de los anteriores puentes musicales y de las estrofas, este fragmento mantiene exactamente el mismo acompañamiento que se presenta en el estribillo.
Como venía mencionando, el videoclip homenajea a la serie Merlí, mostrando diferentes cuestiones que han sido tratadas a lo largo de la serie. Uno de esos casos visibles es la introducción del concepto filosófico “peripatético” dentro de la propia letra de la canción. La aclamada serie pretendía crear un mensaje de reflexión al espectador, cuyo objetivo principal es el de enseñar que no hay que dejar de ser uno mismo para dejar huella. También los fantasmas que aparecen en el video podrían hacer alusión a ese universo que se nos presentó en la película A Ghost Story (2017), con esos diálogos ásperos, existencialistas y profundamente románticos.
En general, tanto el video como la canción muestra patrones sobre la vulnerabilidad del ser, los prejuicios sociales y cómo deberían vencerse esas malas ideas. Exponiendo la falta de vergüenza incluyendo incluso la foto de la Primera Comunión de Alberto Jiménez, porque realmente no pasa nada y nuestras acciones acaban olvidándose o como en este caso pueden dejar un guiño fantástico. La visión de devastación del final de los cuerpos luchando entre sí, representa esa lucha personal continua. Como el pensamiento muchas veces gana a la acción, el peor enemigo es uno mismo. Un mensaje que defiende que no podemos confórmanos en ningún aspecto. Que no deberíamos pasar desapercibidos y que anima a luchar y creer en uno mismo. Una finalidad optimista que representa a cualquier tipo de persona, imperando la libertad que tenemos a la hora de tomar nuestras decisiones y llamando a lo andrógino, (algo que se ve en el propio video con el cambio de sexo y edad de los componentes del grupo de forma alternativa) demostrando que todos somos iguales y merecemos ser felices. Un aprendizaje que cuesta digerir ya que preferimos vivir rodeados por el drama social/personal, pero que con producciones audiovisuales como esta y el compromiso que se establece con un arte que rompe barreras. Enviando por tanto, su apoyo a los que se deleitan de su labor, generando una felicidad de 3 minutos y medio que produce por un momento que la vida merezca la pena. Un prometedor regreso que ofrece un nuevo universo al que conviene seguirle la pista el próximo año.